* “El Ipasme es deficiente y Sisvar no da repuesta”, expresa Ana Mercedes Aponte
Beatriz Rodríguez
Desprotegidos se encuentran los educadores ante la falta de un sistema de salud efectivo y la mala gerencia de los organismos encargados de atenderlos. Esperan poder recibir la prevención social estipulada en la ley.
Ana Mercedes Aponte, secretaria ejecutiva de Sitravargas, manifiesta que en el Ipasme no hay reactivos para hacer exámenes de laboratorio y la mayoría de los equipos están dañados.
“Cuando vamos al instituto perdemos el tiempo y por esa razón los educadores se han alejado del lugar, además, siguen dándole prioridad a los no afiliados, a pesar de que religiosamente nos descuentan el 6% del salario”.
Resalta que en 1998 el Gobierno ofreció una sede propia para el Ipasme y esto quedó engavetado, pues la institución sigue funcionando en un local alquilado.
En cuanto al Servicio Autónomo Integral de Salud (Sisvar) refiere que la cobertura es de Bs 200.000 mil y este seguro no es aceptado en la mayoría de las clínicas. “Cuando un docente se enferma empieza su calvario porque es ruleteado, lo que empeora su estado de salud”.
Recuerda que cuando se instauró este servicio les dijeron que era el mejor de Venezuela, pero la realidad es otra porque es pésimo y las autoridades regionales no hacen nada por mejorarlo.BR/jd