“Desde diciembre, como ya no tenía cómo comprar licor, empezó a ingerir alcohol absoluto. Todos le dijimos que era letal, pero no prestó atención. Hoy amaneció muerto entre las lanchas, donde dormía”, así recordó a “Carlitos” uno de sus compañeros del Paseo de Macuto.
De su historia poco se sabe. En la zona no saben si tenía familia ni cómo llegó. Ahí, en el paseo, hacía desde mandados, barría y recogía la basura en los negocios para ganarse algo de dinero. Pero todo se lo gastaba en licor: su vicio.
Sin embargo, todos coinciden en algo: “Carlitos”, que tenía entre 45 y 50 años, era querido por todos. Técnicos de la Medicatura Forense de Pariata se encargaron de levantar su cadáver y trasladarlo a la morgue. Fue hallado detrás de la plaza Ramón Longa, en la antigua playa C./AT