María Elena Moreno, memlaverdad@gmail.com.- En promedio dos productos, y no siempre los más básicos, es lo que los usuarios logran conseguir en el Abasto Bicentenario, ubicado en Maiquetía. Los mismos explican que se olvidaron de la última vez que compraron pollo, carne o leche en polvo.
“Se hace una pequeña cola pero avanza rápido porque no hay nada. Esta vez solo llevo dos harinas de trigo y dos desodorantes en spray. Uno anda comprando lo que hay pues todo se necesita”, dijo Dolores Rivero mientras se retiraba del establecimiento.
Se pudo conocer también, a través de un sondeo con los usuarios, que todo el sistema de refrigeración permanece averiado y la falla reúne cerca de dos años y medio. Según se pudo conocer la última vez que declararon desde el lugar no habían intenciones de hacer las pertinentes reparaciones, es por esto que más nunca recibieron productos congelados.
“Uno viene para agotar también este recurso y ver si corre con suerte. En las últimas semanas lo que han vendido es detergente en polvo y a veces pañales de adulto. Cuando llega algo más o menos valioso se arma la tángana”, agregó Aura Briceño mientras recordó con nostalgia los viejos anaqueles repletos de productos.
En los módulos de Pdval solo se consiguen bebidas achocolatadas y chicha, mientras que los de Pdmercal poco a poco se están convirtiendo en centros de distribución o de venta solo a través de consejos comunales, tal es el caso de La Guaira y Guaracarumbo.
Rechazan centros de distribución y listas
Así como el Bicentenario se encuentran muchos puntos de venta de la red pública: “pelados”. Explican que es angustiante recorrer los espacios y no encontrar nada. “Ahora están convirtiendo muchos locales en centros de distribución, entonces uno no tiene a donde ir. Los supermercados están vacíos y hay comunidades a las que las bolsas de comida aún no llegan”, dijo preocupada Ingrid Pérez.
Por su parte, José González agregó que “de paso hay que aguantar en todos lados a la gente que hace listas desde la madrugada. Cómo es posible que uno llegue a las siete de la mañana a cualquier punto de venta y ya tenga, supuestamente, 100 personas por delante. Es un abuso que hagan lo que les da la gana y sea válido”./MEM/iv