“Las motivaciones sostenidas por los militares insurrectos y algunos civiles revolucionarios que le acompañamos resultaron ser un engaño y una gran estafa histórica”, manifiesta Carlos Teixeira, secretario ejecutivo de la Mesa de la Unidad Democrática en Vargas.
Asegura que los militares esgrimieron que la rebelión fue causada por la corrupción, el entreguismo, la elevada deuda externa, la cogollocracia, la exclusión social, la inseguridad personal y mala situación de los servicios públicos, destacando que hoy, luego de 25 años de aquella intentona, el país sufre una terrible crisis en el orden económico, político, social, institucional y moral, como nunca en la historia venezolana de los dos últimos siglos.
“Los que levantaron banderas de redención social, desarrollo económico y transparencia institucional resultaron ser una verdadera estafa, nos entregaron a los chinos y rusos, destruyeron el aparato productivo nacional, quintuplicaron la deuda externa, aumentaron la pobreza, partidizaron las instituciones y a la Fuerzas Armadas”.
Agrega que “crearon su propia oligarquía roja y más opulenta que la burguesía tradicional, convirtieron a los criminales y paramilitares en socios del poder, desmoralizaron al pueblo, a través de las colas para comprar alimentos y medicinas, hablaron de democracia participativa y protagónica, pero no quieren referéndum ni elecciones regionales”.
Señala que quienes ayer combatieron la gestión gubernamental son más corruptos y enquistados en el poder que sus antecesores. “Hoy no hay nada que celebrar y sí mucho que reflexionar y luchar para cambiar a Venezuela”.MLA/yg