Insólita final entre Milwaukee y Phoenix
Supervivientes de la plaga de lesiones de estos playoffs, los Suns de Phoenix y los Bucks de Milwaukee protagonizan desde este martes (9:00 pm) una imprevista final de la NBA cuya resolución puede depender del estado físico de Giannis Antetokounmpo.
El dos veces MVP sufrió una lesión en la rodilla izquierda en la última eliminatoria ante los Hawks de Atlanta y su participación en la final está en el aire.
El griego fue la última víctima de una recargada postemporada en la que grandes favoritos como los Lakers de LeBron James y los Nets de Kevin Durant sucumbieron ante los Suns y los Bucks, dos equipos ajenos a la nobleza de la NBA.
Ninguno de los jugadores que ingrese el martes al Phoenix Suns Arena ha ganado el campeonato. Los Bucks consiguieron su único título hace medio siglo mientras los Suns nunca han alcanzado el anillo desde su fundación en 1968.
De la mano de Devin Booker, DeAndre Ayton y Chris Paul, que peleará por primera vez por el título a sus 36 años, Phoenix tendrá una tercera oportunidad después de sus derrotas en la finales de 1976 y 1993.
Tras concluir en la segunda posición del Oeste en la fase regular, los Suns han sido el equipo más sólido en playoffs, en los que supieron explotar las ausencias de figuras de sus rivales.
En primera ronda eliminaron a los vigentes campeones Lakers de Los Angeles (4-2), mermados por los problemas físicos de Anthony Davis, y posteriormente a los Nuggets de Denver (4-0) sin Jamal Murray y Los Clippers de Los Angeles (4-2) sin Kawhi Leonard en los últimos juegos.
Los Bucks, por su parte, regresan a un final tras 47 años después, tras deshacerse en playoffs del Heat de Miami (4-0), los Nets de Brooklyn (4-3) y los Hawks (4-2), en el último caso con Khris Middleton y Jrue Holiday en plan estelar ante la ausencia de Antetokounmpo en los últimos choques.
Sea cual sea el vencedor, este enfrentamiento supondrá una renovación para la NBA tras una década en la que siempre ha habido un finalista, o ambos, liderado por LeBron James o Stephen Curry.