Recargas telefónicas es lo único que se consigue en los kioscos y comercios autorizados por las distintas operadoras. Los comerciantes aseguran que por motivos de seguridad prefieren este modo de suministro de saldo, pues los ladrones los apuntaban para pedirles las tarjetas.
“Se llevan desde el dinero de la caja hasta las tarjetas, es por eso que hubo un tiempo donde se veía a cualquiera vendiéndolas. Se ha disminuido eso y es beneficioso. Las que si tenemos son las Únicas de Bs. 40 para los teléfonos públicos”, explicó Hugo Pereira, encargado de un kiosco en Catia la Mar.
Recomendó que la gente haga uso de este método de recarga y no ceda a los vendedores ambulantes de tarjeta, que generalmente tienen procedencia dudosa. “Hay que evitar caer en esa estafa, la mayoría de esos lotes que se entregan a los autorizados tienen un código que es bloqueado luego de que se reporta el robo”.
Reducir costos es otra de las razones por las que las operadoras se han inventado planes y métodos de recargas a fin de no tener que imprimir, ya que la mayoría de los materiales utilizados son importados. /MEM/ep