“El Ministerio de Salud ya ha dicho claramente que está vacuna no será obligatoria y punto”, así respondió el Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, al ser consultado respecto al eventual antídoto contra el coronavirus.
Ello, tras las declaraciones del gobernador de Sao Paulo, Joao Doria, respecto a la inmunización obligatoria contra el Covid-19 para los habitantes de dicho estado -excepto para quienes tengan alguna condición médica que lo impida- una vez que este disponible la vacuna.
El mandatario brasileño recordó que antes de permitir el uso de la vacuna del coronavirus es necesario que se realicen varias pruebas que certifiquen su efectividad y que ratifiquen que no hay efectos secundarios. “El país que está ofreciendo esta vacuna debe primero vacunar masivamente a sus suyos, luego ofrecerla a otras países”, indicó Bolsonaro.
La cautela del Presidente se diferencia de a la que tuvo para promocionar el tratamiento con hidroxicloroquina, cuya efectividad no ha sido confirmada por la OMS, pero que sí fue ampliamente promovida por Bolsonaro cuando estuvo contagiado.
El pasado 10 de octubre la consultora Datafolha publicó una encuesta donde 70% de la población de los estados de Sao Paulo, Río de Janeiro, Belo Horizonte y Recife estaban de acuerdo con la vacunación contra el Covid-19 sea obligatoria.
Brasil suma más de 5,2 millones de casos confirmados y supera los 154 mil decesos producto del Covid-19.