Aunque será un duelo más propio del Seis Naciones de rugby, la fulgurante irrupción de Gales en la Eurocopa convierte para Inglaterra el partido en Lens en su primera final anticipada, tras haber cedido un empate ante Rusia.
Ambas selecciones se han enfrentado en más de un centenar de ocasiones a lo largo de 137 años, con un magro bagaje de 14 victorias para los galeses. La última de ellas fue en 1984. Pero ahora los galeses llegan cargados de confianza después de su victoria frente a Eslovaquia en la primera jornada.
La gran preocupación de los “Proos”, evidentemente, se llama Gareth Bale, y el debate nacional es cómo parar al galés, asumida su condición de velocista mucho más rápido que cualquier defensa inglés y la libertad de movimientos que le otorga su técnico Chris Coleman.
Es probable que Roy Hodgson, que asegura no tener un plan específico para detener al madridista, opte por tejer una telaraña en su centro del campo para evitar que le lleguen balones al galés.
El foco sobre Bale le puede dar espacio a Ramsey o Robson-Kanu para colarse y herir el arco inglés.
El seleccionador británico tampoco ha mostrado intención de variar su once inicial, por lo que Sterling y Kane, los hombres más criticados tras el empate frente a Rusia, apuntan a titulares. Rooney también será titular junto a Lallana, mientras que la defensa la integrarán Walker, Cahill, Smalling y Rose.
«Es nuestra primera final del torneo», reconoció Hodgson.