Amy Torres, amytorreslaverdad@gmail.com.- Gracias a la presión de sus propios vecinos, dos efectivos de la Policía de Vargas decidieron ponerse a la orden de la justicia, dado que fueron señalados de participar en el presunto intercambio de disparos en el que resultaron baleados un pequeño de cuatro años y su tío Wilmer Enrique Moreno Sabielo.
También se logró determinar la participación de otros tres uniformados en el hecho, estos últimos pertenecientes a la Policía Nacional Bolivariana (PNB).
Según la versión dada por testigos, los cinco policías llegaron a la parte alta de La Jungla, en el sector Vista al Mar, de Zamora en Catia la Mar, donde avistaron a Moreno Sabielo, que al notar que portaban armas arrancó a correr hacia su vivienda, y los uniformados las accionaron contra su humanidad.
Wilmer Enrique y su sobrino fueron alcanzados por las balas. El primero en la pierna derecha y el niño en la cabeza. Aunque ambos fueron llevados por los mismos efectivos hasta el hospital de Pariata, el pequeño fue remitido al Pérez Carreño de Caracas, dado que tuvo pérdida de masa encefálica.
Al parecer, los médicos le detectaron muerte cerebral, por lo que las esperanzas de que se recupere se desvanecen.
Los investigados responden a los nombres de Andrés Arturo Zambrano Zambrano (28) y Robert Andrew Mendoza Sepúlveda (27), de Polivargas; así como Javier Antonio Barceló Rojas (27), Luis Reinaldo Piñango Gil (25) y Agustín Gregorio Carreño Rojas (22), de la PNB. Todos residentes del mismo sector donde se produjeron los hechos que ocurrieron a las 9:30 pm del martes.
Según la versión que aportaron a los investigadores de la Subdelegación Vargas de la policía científica, sujetos desconocidos habrían ingresado a la casa de Barceló, quien contacta al resto de los uniformados para ir en su busca. Todos estaban francos de servicio, pero tenían sus armas de reglamento.
Una vez en la parte alta de la comunidad, indicaron que “fuimos atacados a tiros, acción que logramos repeler”. Posteriormente, acude a ellos la madre del menor que lo llevaba en sus brazos, quien les pide que la trasladen a un centro de salud, y así lo hicieron para luego dejarlos en el hospital.
De la vivienda del funcionario, siempre según su versión, sustrajeron electrodomésticos, piezas de motos y baterías.
Los funcionarios iban en un Chevrolet Corsa, rojo; una Empire Horse, roja; una Kawasaki, KLR, negra, sin placas; y un Ford, Ka, color plata, que aún no aparece.
Los polivargas se entregaron el miércoles; el jueves los hicieron Barceló y Piñango; mientras que ayer acudió voluntariamente el PNB Carreño.
Leonnardi: Los suspendimos de inmediato
Lenny Leonardi, director de la policía regional, relató que los uniformados de ese cuerpo actuaron sin ninguna autorización, y bajo la responsabilidad de cada uno de ellos, a fin de buscar recuperar los objetos robados.
“En ese momento son emboscados y se origina un intercambio de disparos entre tres sujetos y los policías, en el que resulta herido un niño en la cabeza. También uno de los delincuentes recibe un tiro en las piernas”.
Expresó que apenas supo de la novedad colocó a los funcionarios a la orden de las autoridades, al igual que sus armas para la experticia de rigor a fin de determinar quiénes dispararon, “porque el niño tiene la bala alojada en la cabeza”.
El jefe policial manifestó que no tolerará malas actuaciones policiales. “El deber de los funcionarios era acudir a la coordinación policial más cercana y no tomar la justicia por sus propias manos”.