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Impidieron a CIDH abordar vuelo de la línea Copa

Luis López

A los tres integrantes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que tenían previsto ingresar al país este martes, se les impidió abordar el vuelo de la línea Copa en Panamá.

La orden fue dictada por el gobierno de Nicolás Maduro, que se rehúsa a recibir este tipo de delegaciones en el país.

En la pantalla electrónica del terminal internacional se apreció la llegada de vuelo a las 12:40 pm y quienes esperaban familiares o amigos procedentes de este destino, rechazaron este tipo de procedimientos en un país donde se pregona la libertad y democracia.

Cuatro de las cinco personas consultadas insistió en que esta medida sigue aislando más a los venezolanos y fomenta la desconfianza hacia los representantes del Gobierno.

Una de ellas dijo ser defensora del Gobierno y en el país no era necesario este tipo de delegaciones, porque ya había un presidente legítimo.

Juan Iriza, quien esperaba por un familiar procedente de Panamá, informó que el Gobierno se resiste a que salgan a la luz pública las verdades.

“Existen múltiples necesidades y todo es un contratiempo para el venezolano. Claro que tienen que evitar que vengan a ver cómo está el país. Cualquiera podría tener más claridad de lo que padecemos, pero seremos nosotros mismos los que vamos a superar este momento difícil”.

Activan plan B

El embajador de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos, Gustavo Tarre, anunció que gracias al apoyo del Gobierno de Colombia la delegación de la CIDH tiene planes de llegar hoy a Cúcuta para reunirse con venezolanos a quienes se les han violado sus derechos.

“Al impedirle la entrada, el gobierno de Nicolás Maduro pone en evidencia su desprecio por las instituciones encargadas de velar por el respeto de los derechos humanos”.

La presidenta de la Comisión, Esmeralda Arosemena de Troitiño, manifestó que tienen un plan B, irse por Bogotá para llegar a la frontera. “Hemos convocado que la gente llegue a Cúcuta y que ahí los podamos atender y escucharlas”.

La idea es que “nuestra misión alcance su objetivo, que es precisamente poderle dar un espacio a las víctimas para ser escuchadas, recoger directamente esos testimonios y poder nosotros evaluar directamente”./jd

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