En la Exhortación Pastoral “Ante la gravísima situación del país” emitida este lunes, la Conferencia Episcopal Venezolana pidió al gobierno de Nicolás Maduro un “cambio radical” en la conducción política del país para detener “este mar de sufrimiento del pueblo».
El Episcopado insistió en que “el país necesita un cambio radical en la conducción política, lo cual requiere por parte del Gobierno, la suficiente entereza, racionalidad y sentimiento de amor al país para detener este mar de sufrimiento del pueblo venezolano”, en referencia a la administración de Nicolás Maduro.
Solicitaron también los obispos que se garantice la libertad de acción de las instancias sociales intermedias, permitiendo que las organizaciones no gubernamentales puedan ayudar a aportar soluciones a los diversos problemas que enfrentan las comunidades.
En cuanto al tema de los Derechos Humanos, afirmaron que aun cuando la Constitución dedica el capítulo su capítulo 6 a ellos, “han sido desconocidos por sus propios autores”.
En ese sentido, añadieron: “Es notorio cómo se ha deteriorado la calidad de vida, educación, salud, y servicios básicos; padecemos una inflación indetenible y una devaluación que ha empobrecido a toda la población”.
Señalaron en su mensaje que la instalación del Parlamento con mayoría oficialista el 5 de enero se realizó “en medio de un ‘revanchismo’, de una descalificación hacía líderes de la oposición, de amedrentamientos y amenazas de persecución”.
Manifestaron, además, que en las referidas condiciones “no ayudan a resolver los problemas del pueblo ni crean la confianza para la recuperación del país”.
Jornada de oración
Se refirió también la CEV en su Exhortación Pastoral al fenómeno migratorio, señalando que “cuando los hijos de una nación deciden abandonar su país, es porque, asediados por la precariedad, han llegado a una situación límite en la que no les queda más camino que asumir el reto y el riesgo de enfrentar lo desconocido”.
Convocó a una Jornada Nacional de Oración el próximo 2 de febrero de 2021, para que “podamos resolver nuestros conflictos de manera pacífica, en una sociedad donde nos reconozcamos unos a otros como hermanos” y el país sea fortalecido en la fe y la esperanza.