El director del Secretariado de Liturgia de la Diócesis de La Guaira, presbítero Alfredo Bustamante, invitó a todos a vivir una Cuaresma de caridad con el cuidado de aquellos que se encuentran en condiciones de sufrimiento o abandono a causa de la pandemia del covid-19 como nos lo pide el Papa Francisco.
En su homilía destacó dos párrafos del mensaje de Sumo Pontífice que son: «En este tiempo de cuaresma acoger y vivir la verdad que se manifestó en Cristo significa ante todo dejarse alcanzar por la Palabra de Dios que la Iglesia nos transmite de generación en generación…»
Y «en un contexto tan incierto sobre el futuro, recordemos la palabra que Dios dirige a su Siervo: No temas, que te he redimido’ (Is 43,1). Ofrezcamos con nuestra caridad una palabra de confianza para que el otro sienta que Dios lo ama como un hijo».
El padre Bustamante, párroco del Sagrado Corazón de Jesús en la Páez, celebró ayer la misa del Miércoles de Ceniza donde asistieron el alcalde José Alejandro Terán, el diputado Nicolás Maduro, miembros de los distintos consejos comunales y demás funcionarios públicos.
Los invitó a vivir un “tiempo precioso de renovación y crecimiento personal comunitario en estos 40 días. Más en todos ustedes que son servidores públicos y en este tiempo deben destacarse en ese servicio a los demás”.
Dijo que un año más iniciamos un itinerario, un entrenamiento, un proceso que nos llevará a la meta de la Pascua. Y particularmente, en este año caracterizado por la pandemia y por todas estas situaciones tan duras que vive el pueblo, los más vulnerables en sus necesidades primarias.
Recordó que cuando hagamos limosna, ayunemos o recemos que sea con autenticidad, no para cumplir ni por el qué dirán o para quedar bien ante los demás. Preguntémonos qué ayuno necesito, qué limosna puedo dar, en qué aspectos de mi persona puedo ser más generoso y qué oración puedo hacer.
“Todas estas preguntas y prácticas cuaresmales nos invitan a ser más misericordiosos, a crecer en el amor, a estar más cerca del Señor para vivir dentro de 40 días su Pascua, su paso por nuestra vida. ¡Ánimo! Es una aventura preciosa que merece la pena vivir. Déjese sorprender por Dios en este tiempo de búsqueda y preparación”./LDS