Luego del reciente reporte de la ONG internacional Human Rights Watch (HRW) en el que se expone que al menos 24.000 venezolanos han huido del país hacia Trinidad y Tobago, por la crisis política, económica y social, afirmaron que la actitud del Gobierno de la isla caribeña hacia los migrantes venezolanos, especialmente a los niños, constituye una “gravísima violación a los derechos humanos”.
Precisó que la situación que afronta el país insular en medio de la pandemia no justifica las deportaciones y afirman que estas acciones “violan el derecho internacional”, por lo que pidió detenerlas de inmediato.
Criticó los hechos ocurridos el pasado mes de diciembre cuando el primer ministro Keith Rowley afirmó que no participará en ninguna votación de la Organización de Estados Americanos (OEA) hasta que se reincorpore al representante de Nicolás Maduro.
Lamentaron además que en el encuentro entre representantes del gobierno de Trinidad y Tobago con representantes de la administración de Nicolás Maduro en diciembre no se abordara el tema de las deportaciones.