Hoy se cumplen 42 años de la tragedia de Tacoa
Aquel trágico 19 de diciembre de 1982, Vargas se llenó de angustia e incertidumbre cuando explotaron los tanques 8 y 9 de la planta Generadora Ricardo Zuloaga conocida como Tacoa, originando una tragedia que enlutó al pueblo venezolano, ya que 160 personas entre periodistas, bomberos, efectivos de protección civil, voluntarios y vecinos perdieron la vida.
Centenares de vecinos y trabajadores resultaron con quemaduras de primero, segundo y tercer grado, en el incendio que se produjo por el descargue de miles de litros de combustible fuel oil que iban en el buque petrolero Murachi.
Domingo González, jubilado de la Electricidad de Caracas, manifestó, que el fatídico día, a eso de las 6 de la mañana, tres trabajadores subieron a ver como estaba el tanque para llenarlo de petróleo y se encontraron que tenía poco combustible. “Procedieron a introducir la cinta de medida y como estaba oscuro prendieron un fosforo lo que produjo la dantesca explosión”.
Allí murieron tres trabajadores, pero a eso de las 11 de la mañana hubo otra explosión y fue cuando fallecieron María de la Russa y Carlos Moros, periodistas; Román Rosales y Salvatore Veneziano, fotógrafos y el camarógrafo Oswaldo Silva.
De acuerdo con el primer comunicado que dio a conocer la empresa Cadafe, “un error de operación provocó el primer estallido”. La acción del fuego arrasó con todas las personas que estaban cerca del tanque siniestrado: trabajadores, bomberos, policías, efectivos de la Guardia Nacional, personal de diarios y televisoras capitalinas y humildes viviendas que inexplicablemente permitieron construir en esa zona.
A 160 víctimas ascendió la lista que presentaron las autoridades en el informe de la que se considera la peor tragedia ocurrida en La Guaira antes del deslave de diciembre del año 1999.
Fueron unos días terribles para los vecinos de Catia la Mar, quienes aún guardan en la memoria aquellas terribles imágenes donde el fuego acabó con todo. “Las llamas no cedían y Tacoa ardió durante días, fue un hecho terrible, aún me acuerdo”, resaltó María González.
“La gente salía a la calle quemada, buscando ayuda, era algo dantesco muy difícil de olvidar, uno veía hacia el cerro y cada vez las llamas crecían más”./BR/jd