Por: Laura De Stefano
El aumento de Bs 0,25 el litro de la gasolina fue el detonante de la explosión social del 27 de febrero de 1989, aprovechado por algunos sectores de la izquierda que auparon a las masas a crear esta situación conocida como el Caracazo, “en el cual jugó un papel determinante el ministro de Defensa, el general Ítalo del Valle Alliegro porque fue quien, de una u otra manera, dio la cara y contuvo la revuelta”.
El historiador Rubén Contreras manifestó que hubo muchos factores, entre ellos la caída del precio del petróleo en el gobierno de Jaime Lusinchi, la cual llevó a que las reservas internacionales del país bajaran mucho. A pesar de esa circunstancia, Carlos Andrés Pérez salió victorioso en las elecciones, tal vez porque Lusinchi contó con excelentes ministros de Información (Alberto Ravell y Carlos Croes) que supieron manejar la situación.
“La toma de posesión de CAP fue faraónica. En lugar de hacerlo en el hemiciclo del Congreso de la República, escogió el teatro Teresa Carreño a donde se invitó a una cantidad de mandatarios. El pueblo,
que venía de sufrir algunas carencias, observaba todo esto”.
No cree que detrás del sacudón estuvo Hugo Chávez, quien si venía integrando los Comacates e influenciado por su hermano Adán que era un dirigente de izquierda con relaciones con Fidel Castro. “Lo que pasa es que ellos ahora, muy hábilmente, asocian el 4F con lo que aconteció ese febrero de 1989. Pero, lo ocurrido ese día fue por los bajos precios del petróleo y la caída de las reservas internacionales”.
Aparecen las ONG´s
El profesor Contreras señaló que con el Caracazo aparecen organizaciones no gubernamentales que dictarán cátedras en defensa de los derechos humanos como lo es la ONG dirigida por Liliana Ortega que se encargó de recopilar datos de la situación acerca de los fallecidos y los presos. “Eso ha sido importante porque dio pie para que otras organizaciones se dedicasen a promover la defensa de los DDHH”.
También, la revuelta social demostró el papel jugado por la Fuerza Armada encargada de restablecer el orden y suprimir los actos de vandalismos provocados por los saqueos. Comentó que fueron dos los personajes destacados, el general Alliegro y Enrique Ochoa Antich, éste último denunció la cantidad de personas trasladadas a La Peste en el Cementerio General del Sur y que la FAN mató a mucha gente. “Sirvió de ejemplo para que los venezolanos pensaran en cómo debíamos actuar en una situación como esa”.
Indicó que los saqueos ocurridos en el país son reiterativos, no son ocasionales. Siempre que se dan cambios o propuestas que afecten al colectivo se presentan los saqueos como los de la Generación del 28, cuando se tumbó a Isaías Medina Angarita, a la caída de Rómulo Gallegos y Pérez Jiménez. La gente de una forma y otra drena su preocupación buscando una opción a través del saqueo.
Contreras lamentó que ese 27F no trajo buenos cambios para el país, por el contrario, dio paso al golpe de Estado en 1992. “Chávez vio resarcida sus ambiciones cuando ganó en el 98. Su triunfo fue influenciada en parte por los medios de comunicación y por el grupo de los notables que despotricaban de la democracia, haciendo que la gente viera a Chávez como el salvador. Está demostrado que no hay gobierno militar que haya sido bueno, porque solo se benefician ellos dejando al pueblo sumido en la pobreza tal como lo estamos viendo ahora”.
Comentó que Chávez no supo aprovechar la bonanza producto de un barril de petróleo en 138 dólares. “En lugar de utilizarlo para continuar con programas como la apertura petrolera o la expansión de las empresas básicas de Guayana, se puso a comprar las deudas de los países latinoamericanos y a regalar los ingresos de Venezuela. No generó ningún tipo de desarrollo, sino que con las políticas de expropiación acabó con la industria agropecuaria y petrolera como el gasoducto del sur.”