Cada 21 de mayo se celebra el Día Mundial de la Salud Visual con la finalidad de resaltar la importancia del cuidado de la visión y para promover la prevención.
Según datos de la OMS en el mundo hay al menos 2.200 millones de personas con deterioro de la visión cercana o lejana. En 1.000 millones de esos casos, como mínimo, la discapacidad visual podría haberse evitado o todavía no se ha tratado.
Las principales afecciones que causan el deterioro de la visión distante o la ceguera son las cataratas (94 millones), los errores de refracción (88,4 millones), la degeneración macular relacionada con la edad (8 millones), el glaucoma (7,7 millones) y la retinopatía diabética (3,9 millones).
La afección principal que causa el deterioro de la visión cercana es la presbicia (826 millones). Aunque muchos casos de pérdida de visión pueden prevenirse (por ejemplo, la pérdida debida a infecciones, traumatismos, unas medicinas tradicionales inseguras, enfermedades perinatales, enfermedades relacionadas con la nutrición, el uso inseguro o la autoadministración de tratamientos tópicos), no todos los casos son prevenibles.
Para muchas afecciones oculares, como la retinopatía diabética, la detección temprana y el tratamiento oportuno son claves para evitar la pérdida irreversible de la visión.
La corrección mediante anteojos en el caso de los errores de refracción y la intervención quirúrgica en el caso de las cataratas figuran entre las intervenciones de atención de la salud más eficaces en relación con los costos.
Sin embargo, a nivel mundial, solo el 36% de las personas con un deterioro de la visión distante debido a un error de refracción han tenido acceso a un par adecuado de anteojos, y únicamente el 17% de las personas con discapacidad visual o ceguera debida a cataratas han tenido acceso a una cirugía de calidad.