Luis López.- La urbanización Solidaridad, ubicada en Guaracarumbo, se caracteriza por su agradable brisa y ambiente alegre, sin embargo, ayer el lugar estaba embargado por un silencio absoluto, pues los vecinos del arquitecto Juan Vivas lo acompañaban en sus últimos momentos en la Funeraria Vallés, en Caracas.
Luego de conocer el fatal deceso de Vivas, sus padres y hermanos se trasladaron el pasado viernes vía aérea desde El Vigía, estado Mérida, para asumir la responsabilidad de su funeral, además de hacerle mantenimiento al apartamento donde ocurrieron los hechos por solicitud de los funcionarios policiales.
Hoy, a partir de las 10:00 am, será trasladado a su última morada en el cementerio de El Junquito.
Mencionó la periodista Nadeska Noriega, que Vivas siempre decía que sus vecinos eran su familia. “Era una persona amplia y sin malicia. Se llevaba bien con todos”.
El “mal vecino”
El sábado mientras recorría el trayecto para llegar al lugar de los hechos, coincidí con un hombre de unos 60 años aproximadamente, que vestía short y franela. Caminaba por una de las aceras con una bolsa en la mano, en mi misma dirección.
Al preguntar a otra de las personas que también transitaba por el lugar sobre lo ocurrido al arquitecto Vivas, el hombre de franela volteó a mirarme y me dijo que el difunto era su vecino, pero que no sabía nada de lo ocurrido. Agachó la cabeza y avanzó rápidamente.
Luego, varios de los residentes me explicaron que el hombre es conocido como “mal vecino”, pues en reiteradas oportunidades ha tenido conflictos en el lugar, por lo que insisten en que algo vio./ar