* El agua sigue siendo uno de los principales problemas que afecta la prestación del servicio de hospedaje
Luisana Brito.- Para enfrentar el racionamiento eléctrico, la mayoría de los hoteles de Vargas sólo cuentan con plantas pequeñas, que les permite activar el sistema de alumbrado eléctrico, y en algunos casos las alarmas de seguridad, por lo que consideran que esta medida podría generarles grandes pérdidas económicas.
Alberto Pérez, encargado del Hotel Silvepe, ubicado en Puerto Viejo, Catia la Mar, explicó que desde hace dos años adquirieron una planta eléctrica para ser utilizada en caso de emergencia o bajones de luz, ya que la zona presenta algunas fallas en el servicio.
Señaló que muchos de los establecimientos asociados, cumplen con los parámetros que exige el Ministerio de Energía Eléctrica como parte del racionamiento. Sin embargo, recalcó que la gran mayoría de los hoteles cuentan con plantas de baja capacidad, que podrían dañarse por su uso continuo.
“Mientras más uso se le da, mayor es la necesidad de mantenimiento que requiere, para frenar el desgaste del motor. En diciembre, se le hizo mantenimiento y se pagó 15 mil bolívares, solo por el cambio de aceite y aire al compresor. No me quiero imaginar todo lo que podría aumentar ahora”, acotó Pérez.
Aseguró que para correr con estos gastos, no descartan la posibilidad de aumentar las tarifas. “De algún modo tenemos que conseguir el dinero si queremos continuar trabajando, de lo contrario tendremos que hacer como los compañeros de Caracas, cerrar nuestras puertas”.
Por su parte, Arturo Abreu, dueño del Hotel de París, en La Atlántida, indicó que el lugar cuenta con espacio suficiente para colocar un equipo más amplio. Sin embargo, los recursos son insuficientes para comprarlo.
“El dinero no alcanza para comprar una planta más, y en el país no se consiguen. Esperemos que este racionamiento no afecte a los huéspedes, y que tengamos que restringir los servicios en el uso aire de acondicionado y la ducha de agua caliente”.
Continúan las fallas con los artículos de limpieza
Del mismo modo, Pérez comentó que los artículos de limpieza e higiene personal, son algunas de las carencias que les impide ofrecer una buena asistencia.
“El papel de baño y el jabón de tocador no se consiguen, y lo poco que tenemos no nos alcanza ni para trabajar durante un mes. Tendremos que optar por los revendedores. El detergente en polvo tampoco se consigue”.
El suministro de agua potable es otra de las problemática que les afecta. “Aquí se alquilan quince cisternas en una semana; a veces son menos, todo depende del movimiento que haya en el hotel. Cada camión cobra de cinco a seis mil bolívares; es mucho dinero el que se invierte y las ganancias no son las mismas de hace tres o cuatro años atrás”, dijo Pérez. LB/ mp