Beatriz Rodríguez
Hoy, cuando se cumplen 95 de años de la inauguración del imponente Hotel Miramar, ícono arquitectónico de Venezuela, anclado frente al mar en Macuto, podemos decir que su estructura es vestigio de la otrora Venezuela floreciente e invita a su rediseño para volver a mostrar un grandioso hostal como referente de desarrollo.
Belleza y confort se conjugaban en cada uno de sus espacios, convirtiéndose así en una efigie de principios del siglo XX, donde disfrutaban a lo grande propios y mucha gente que venía del exterior atraída por su esplendor.
Es un obra extraordinaria proyectada por el arquitecto de la época, Alejandro Chataing e inaugurada por el Presidente Gómez, el 1 de abril de 1928.
El historiador Rubén Contreras señala que Gómez fue un personaje que llegó a tener una buena cantidad de asesores a los cuales de alguna forma prestaba atención.
«Se rodeó de gente como César Zumeta, José Gil Fortoul y de muchas personalidades de renombre, gracias a esas sugerencias imprimía avances al país”.
Escuchaba a quienes habían viajado al exterior, le traían noticias y hablaban de cómo se estaba desarrollando el mundo.
«Entonces Gómez decide que se construya el Hotel Miramar en Macuto, porque él venía mucho a esa localidad y todavía hay un hospedaje en Macuto donde se encuentran elementos originales que utilizaba cuando llegaba a la parroquia”.
Resalta que el Miramar fue el primer hotel de playa de América Latina, el más moderno, contaba con grandes salones para hacer fiestas, habitaciones grandes con baños, ascensor, comedor con una platería muy fina y la gente que trabajaba en él lucía impecable.
«Eso fue toda una sensación, ya que no se practicaba en Venezuela y el alojamiento servía de punto de encuentro para la gente del jet set de Caracas, de buenos recursos, tenían a Macuto como zona para vacacionar”.
Esa fue de las cosas que hizo Guzmán Blanco, quien se dió cuenta de lo bucólico que era Macuto y usualmente venía a temperar a esa localidad.
«En una de esas divisiones político administrativa que hizo incorporó a Macuto como parte del Departamento Libertador y estas asistencias del mandatario le fue creando la fama de que era el balneario más selecto de Caracas, de allí la cantidad de hoteles que había en el paseo”.
Manifiesta que cuando se da la llegada de Carlos Gardel en 1935, primero canta en teatro Lamas y pernoctó en el Hotel Miramar, centro de las grades fiestas de los caraqueños hasta los años 50.
“Pierde competividad cuando se mejoran los hoteles, se crea el Hotel El Palmar, el Club Naútico que quedaba en Puerto Viejo, el Sheraton en Carabelleda, ofreciendo una diversidad de opciones para que la gente venga al litoral”.
El 15 de abril de 1994, según Gaceta Oficial número 35 441, el Hotel Miramar fue declarado monumento histórico.
Es importante resaltar que hoy los guaireños ven con mucho optimismo el apoyo que está dando el gobernador José Alejandro Terán a la recuperación del Hotel Miramar. Los estudios de patología se realizarán durante 7 días y se esperan resultados para después de Semana Santa.
El arquitecto Mario Lieghio, presidente de la Cámara de Construcción, muestra gran entusiasmo y refiere que es un gran anhelo de toda la población.
«Es un ícono arquitéctonico y su restauración es propicia en estos momentos cuando contamos con una Zona Económica Especial, formaría parte del eje turístico”./jd