Doriana León, dorianaleonlaverdad@gmail.com.- Una paciente pediátrica de un año de edad permanece desde hace varios días recluida en el área de aislamiento del hospital Materno Infantil de Macuto. La pequeña ingresó por una tos violenta e incontrolable que encendió las alarmas en los pediatras del centro y tras las pruebas correspondientes confirman que se trata del síndrome coqueluchoide o tosferina.
Felipe Uslar, médico pediatra, explica que esta es una enfermedad de tipo endémico, que en la infancia está considerada como susceptible de provocar discapacidades permanentes en los bebés o incluso la muerte. “En los últimos años había sido poco frecuente en el país. Sin embargo, la falta de políticas sanitarias eficientes ha proliferado nuevamente las bacterias entre la población”.
Los síntomas se asemejan a los del resfriado común y suelen presentarse al cabo de una semana de haber estado expuesto a la bacteria. Los episodios de tos más graves aparecen a los 10 o 12 días.
“Tos quintosa, fiebre y dificultad para respirar, son parte de los malestares que presenta el enfermo, quien en la mayoría de los casos requiere de hospitalización y nebulización progresiva”, señala el especialista asegurando que los casos de tos acompañados de vómito son indicativo de que se trate de tosferina.
El tratamiento se aplica mediante la administración de antibióticos, como la eritromicina. Los expertos aseveran que los expectorantes antitusígenos y jarabes para la tos, no sirven ni deben utilizarse porque pueden complicar el cuadro.
Hay que colocarse la pentavalente para prevenir
La tosferina se puede prevenir con la pentavalente, dispuesta para niños menores de 1 año (2, 4 y 6 meses de edad, pues son tres dosis). Esta vacuna está incluida en el Plan Ampliado de Inmunizaciones del Ministerio de Salud, por lo que es gratuita y se consigue en la red ambulatoria del estado. La dosis de Triple Bacteriana es aplicada como refuerzo a los 5 años./DLR/ir