El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, pasó la noche de este miércoles ingresado en un hospital privado de Sao Paulo, donde continua este jueves con un «tratamiento conservador» y seguirá en observación para ser evaluado si debe ser sometido a una cirugía por una «obstrucción intestinal».
«Después de evaluaciones clínicas, de laboratorio y de imagen realizadas, el presidente permanecerá internado «, comunicó la noche del miércoles en su primer boletín médico del paciente el Hospital Vila Nova Star. El miércoles, Bolsonaro fue ingresado en el Hospital de las Fuerzas Armadas de Brasilia con dolores abdominales después de haber sufrido reiteradas crisis de hipo durante los últimos días.
En la clínica militar fue constatada la obstrucción intestinal y la posibilidad de una cirugía de emergencia por parte del médico gastroenterólogo Antonio Luiz Macedo, quien viajó de urgencia a la capital y decidió trasladar al mandatario, de 66 años, a un hospital especializado.
El propio Bolsonaro, en un mensaje en su perfil de Twitter llegó a afirmar que la complicación sería consecuencia del atentado que sufrió en 2018, en medio de la campaña electoral que lo llevó al poder, cuando fue acuchillado en el abdomen.
Desde el jueves de la semana pasada, cuando realizó su habitual programa en vivo a través de las redes sociales, Bolsonaro evidenció el hipo que lo aquejaba y en sus posteriores intervenciones públicas continuó con los síntomas.