Doriana León, dorianaleonlaverdad@gmail.com.- El aumento de casos de dengue y neumonía, cuya incidencia específica en el estado se desconoce ante la ausencia del boletín epidemiológico, ha generado un colapso generalizado de las salas de hospitalización pediátrica del estado, al punto de que se han habilitado camillas y hasta sillas en los pasillos y salas de espera de los centros, para hospitalizar y atender la necesidad de atención médica de los infantes varguenses.
“Aquí se hicieron edificaciones de la Misión Vivienda y no se tomaron previsiones para aumentar el número de camas de las salas hospitalarias. Aunado a ello, estamos viviendo una crítica situación respecto a la escasez de medicinas que contribuye al agravamiento de las patologías, al punto que los pacientes recaen y deben ser hospitalizados de nuevo”, refirió un galeno del hospital Periférico de Pariata que prefirió el anonimato.
Respecto a los casos de dengue, señalan que en los últimos dos meses se ha visto el incremento de pacientes con la patología. “La escasez de agua y la falta de políticas preventivas, acentúan el repunte de la enfermedad. Mucha gente no sabe, a estas alturas, como evitar la propagación de criaderos dentro de su hogar”.
Señalan que es difícil en los actuales momentos tratar la enfermedad, pues sólo se recomienda tratamiento sintomático a base de acetaminofén, que está escaso tanto en los hospitales como en las principales farmacias del estado.
Ruleteo pediátrico
Ante la falta de capacidad operativa, los médicos de los centros asistenciales del estado se ven en la obligación de referir a los pacientes que ameriten observación médica, a otros centros que también se encuentran colapsados. “Vengo del hospitalito de Catia La Mar con mi hijo que es asmático y ya se complicó con un cuadro de neumonía, pues por la escasez de medicinas no he podido cumplir con el tratamiento de antibióticos que le recetaron. De allá me mandaron al Periférico, donde me lo refirieron al Seguro de La Guaira. Allí lo vieron y no lo pudieron hospitalizar porque no habían camas disponibles y me mandaron para el materno, donde me ofrecieron compartir la camilla con otro paciente”, dijo María Rojas, madre de un niño de dos años.