Son muchas las familias que proceden a cambiar la harina amarilla y los granos que vienen en las bolsas Clap,ya que alegan que estos alimentos le caen mal por lo que prefieren cambiarlos.
Cada vez que llega el beneficio a las comunidades se activan camiones con frutas para cambiar kilo por kilo y también tocan las puertas personas cambiando comida por detergente.
Muchos opinan que es mejor que sustituyan estos alimentos que no pueden comer por otros, mientras otros han dicho que merecen comida de buena calidad.
«Deberían meter harina Juana,ya que esta empresa es del Gobierno pero no lo hacen»,resaltó Luis Díaz. En los mercados las compran y que para alimentar a los cochinos,” nosotros somos humanos “.
Expresó que hay vecinos que han tenido problemas estomacales por el consumo de la harina amarilla,»la gente tiene miedo de denunciar pero hay que hablar, que cambien la harina y los frijoles por algo que podamos comer».