Lewis Hamilton libró en Estambul una de esas carreras que hacen las leyendas para ganar el Gran Premio de Turquía e igualar el récord de 7 títulos en la Fórmula 1 del alemán Michael Schumacher.
Pese a salir desde la sexta posición en la parrilla de salida, en un circuito que presentó dificultades a su equipo Mercedes durante todo el fin de semana, Hamilton acabó ganando contra todo pronóstico, terminando la carrera con unos cauchos muy desgastados.
Al término de una carrera con muchos cambios, con trompos y salidas de pista, el inglés estuvo acompañado en el podio por el mexicano Sergio Pérez (Racing Point), que cruzó la meta en segunda posición, y por el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), tercero.
A su descenso del Mercedes, «sin voz», Hamilton, con lágrimas en los ojos tras su séptimo título, dio las gracias a la escudería «que me dio estos medios y estas oportunidades», a sus seguidores del «Team LH» y a su familia.
Este séptimo título récord, el primer y único piloto negro de la categoría reina, de origen humilde, lo dedicó a «los niños para los que es importante ver esto». «Sueñen lo imposible, continúen sus sueños, no duden nunca de ustedes mismos», afirmó.
El último rival del ahora séptuple campeón, su compañero finlandés Valtteri Bottas, que prometía el jueves hacer todo lo posible por «retrasar» el título de Hamilton, no pudo cumplir su palabra.
Tras haber encadenado los trompos en una pista resbaladiza, el escandinavo sólo pudo terminar decimocuarto, sin sumar puntos. Con tres pruebas por disputar y 26 puntos a ganar como máximo en cada una, con 110 unidades de desventaja, ya no puede alcanzar a Hamilton.
Tras el título de 2008 con McLaren y los de 2014, 2015, 2017, 2018 y 2019 con Mercedes, Hamilton, 35 años, iguala un nuevo récord de Schumacher con siete títulos, tras haber batido el de victorias (94 contra 91), podios (163 contra 155) y pole positions (97 contra 68).