Natalia Seña Bernier, una joven colombiana de 15 años, estudiante de bachillerato, apareció muerta en un hotel de Bogotá junto a un hombre de 21 años.
La joven había salido de su casa diciendo que se iba a encontrar con su mejor amiga, pero cuando no apareció su familia descubrió que realmente se había citado con un hombre a través de la red social Facebook.
Su tía Katherine Rodríguez cuenta que, según la información que les dio una amiga, Natalia tenía una relación con el hombre desde hacía un par de meses.
Lo había conocido por redes y aparentemente se había visto con él en al menos una oportunidad, antes del día de su desaparición.
La pariente contó que en cuanto la familia supo que al hombre lo había conocido por redes ingresaron a la cuenta de la menor y descubrieron charlas en las que ella, al parecer, intentaba persuadirlo de ideas suicidas que tenía el hombre.
Mientras la familia de Natalia Andrea la seguía buscando y ponía la denuncia de desaparición ante Medicina Legal y la Fiscalía, su cuerpo fue encontrado en estado de descomposición. En ese momento no se sabía que se trataba de la joven porque Medicina Legal no tenía huellas para cotejar la identidad. Estaba en condición de no identificada.
Gracias a la denuncia de la familia, fue identificada plenamente, pero por ahora no se ha confirmado la forma en que murió la joven.
Ni Medicina Legal ni la familia tienen confirmación de la causa de la muerte, pero una de las hipótesis en que trabajan las autoridades es la posibilidad de que se haya tratado de un suicidio.
Lo cierto es que la cita de la joven con el hombre se concretó en un hotel del sector de Patio Bonito, en la localidad de Kennedy.
“En este momento se adelantan estudios de toxicología y microbiología para determinar la causa de la muerte”, dijo Carlos Valdez, director de Medicina Legal, al confirmar que el cuerpo de la joven fue encontrada en estado de descomposición.
Katherine Rodríguez, tía de la joven, envió un mensaje a los padres de familia. “Debemos tener acceso a las redes sociales para informarnos de posibles personas que les quieren hacer daño. Les hago un llamado de atención a las niñas, que no se dejen ilusionar. Cuéntenles a sus padres cuando alguien las contacte”, dijo.
Justamente este lunes, la Corte Suprema de Justicia decidió en un fallo que la privacidad de los correos y cuentas de redes sociales no es absoluta en el caso de los menores de edad cuando de por medio está la protección de su vida y su integridad.
Esto al dejar en firme la condena de 17 años contra un hombre que abusó de una niña de 12 años.