Pescadores hallaron el cuerpo decapitado del venezolano, Álvaro Darío Cova Carrión, flotando en una playa conocida como Toco, en Trinidad y Tobago.
Pese a que el cuerpo estaba decapitado, fue Wilmer Call, hermano de la víctima, quien pudo reconocerlo por un tatuaje que tenía en la espalda.
Call explicó que su hermano fue visto por última vez el pasado sábado en la tarde, cerca de su vivienda en el sector de Valencia en Trinidad y Tobago, cuando habló por teléfono con varios familiares en Venezuela.
“El lunes me enteré de un cuerpo encontrado en una playa de Toco, pero nunca pensé que fuera mi hermano”, dijo a un medio local.
Tras el hallazgo del cuerpo, Call supo inmediatamente que se trataba de su hermano, quien llevaba tatuado el nombre de su hija en la espalda. “Mi hermano tenía dos niños y una niña. Llevaba tatuado en la espalda el nombre de su hija: Leonora Isabel”.
El venezolano era oriundo de Tucupita, estado Delta Amacuro. Emigró a Trinidad y Tobago hace tres años.
Cova Carrión, de 33 años de edad, vivía con dos trinitarios con los que trabajaba en una cantera en Valencia y en una finca en Toco.
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