Trabajar durante más de dos años sin gastar ni un solo bolívar, es lo que se necesita para comprar la línea marrón. A diferencia de la blanca, ésta se consigue con más facilidad, pero muy cara.
En 46 mil bolívares, es lo más barato que se consigue un juego de comedor en Maiquetía, mientras que para el juego de recibo las cifras vuelan sobre los 50 mil bolívares. Para una pareja de recién casados no está fácil, tomando en cuenta que solo en dos almohadas y un juego de sábanas, ya se van otros nueve mil bolívares.
Si luego de todo esto se quiere comprar un aire acondicionado, son necesarios no menos de 150 mil, si no un 10% de esta cifra, que es lo que cuesta un ventilador barato. En comparación con inicios del año los precios han subido sobre los 300%, sin embargo, hay casos más fuertes como el de la plancha, que pasó de 800 bolívares a 15 mil en un parpadeo.
Las vajillas, portaretratos, tazas y demás, pasaron a un segundo plano cuando cada plato de porcelana empezó a costar más de 390 bolívares en las tiendas por departamento. Los novios están recurriendo a los regalos del llamado “open house” para amoblar sus hogares, pues la inflación los dejó con los bolsillos secos. /MEM/ar
