Este 18 de noviembre se conmemora 314 años de la aparición, en una tablita, de la imagen de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, patrona del estado Zulia y de la Guardia Nacional. Se cumplen además 80 años de su coronación canónica.
Esta advocación mariana, también conocida como Virgen de la Chinita, es la imagen de la madre de Dios, a quien se le ha compuesto más canciones en su honor, en especial gaitas, en toda Venezuela.
Sería casi imposible asegurar que no exista alguna agrupación gaitera que no le haya dedicado una canción a esta venerable imagen, pues las grabaciones difundidas desde hace muchos años así lo corroboran.
A la Virgen de Chiquinquirá se le rinde tributo no solo en el Zulia, sino en distintos estados del país, donde los zulianos se han establecido y continúan con la tradición.
Por efecto de la diáspora, producto de la situación económica del país, ahora a la virgen se le rinde tributo en otras naciones, donde se han ido a vivir los zulianos. Esto hace que la fe en esta advocación mariana siga creciendo.
Zulia
Por disposición de la Arquidiócesis de Maracaibo, el último sábado de octubre de cada año se realiza La Bajada de la Virgen Chiquinquirá. Esta ceremonia se ha convertido en toda una tradición para los devotos de la virgen que se congregan en la plazoleta de la Basílica, ubicada en pleno centro de la ciudad.
Según testimonio aportado por el padre Eleuterio Cuevas, desde 1960 a 1970 no hubo continuidad en La Bajada de la Virgen, debido a las reformas del Concilio Vaticano, pero en 1970, gracias a monseñor Roberto Lückert León, se retoma la celebración.
Cada 17 de noviembre comienzan los preparativos para la celebración de la Chinita. En horas de la noche se acostumbra hacer la Serenata a la Virgen, donde gaiteros y devotos cantan en su honor a las puertas de la Basílica de la Chiquinquirá.
El 18, Día de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá se celebra una misa solemne y se saca la imagen en procesión, para rendirle honor.
Aparición y fe
Historiadores han narrado que la virgen llegó a Maracaibo sobre las olas del lago. Cuentan que el 18 de noviembre de 1749, una humilde mujer acababa de lavar su ropa en las orillas del lago, cuando repentinamente vio flotando una tablita de madera fina, la cual recogió pensando en que le podría ser útil para tapar la tinaja de agua que tenía en su casa.
A la mañana siguiente, cuando estaba colando el café, escuchó unos golpes como si alguien estuviera llamando. Fue a ver lo que sucedía y quedó asombrada al ver que la tablita brillaba y que aparecía en ella la imagen de Nuestra Señora de Chiquinquirá.
La mujer comenzó a gritar ¡Milagro! ¡Milagro!, por lo que de ahí proviene el nombre de “El Milagro” a la actual avenida junto al lago, donde estaba la casita de la lavandera, reseña Wikipedia.
Posteriormente numerosas personas acudieron a presenciar el prodigio, convirtiéndose por esto la casa de la humilde mujer en un lugar de veneración de la virgen por parte de múltiples creyentes.