En la parte alta de la comunidad Santa Eduvigis solo se pueden observar casas construidas con tablas y zinc. Edgar Naranjo, padre de familia en esta comunidad declaró con la mirada de quien casi pierde la esperanza, “estamos en pobreza extrema”.
El señor Naranjo menciona que ya les han realizado varios censos por parte de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), “incluso nos dijeron que estamos entre los primeros diez de los casos más necesitados”. Naranjo, quien es tiene tres niños agrega que le hicieron llenar unos documentos, pero hasta los momentos no les han dado ningún tipo de respuesta.
El mecánico Wilson Pereira, habitante de la localidad informa que les dijeron que les iban a cambiar el rancho por una casa, pero al igual Naranjo, sigue esperando respuestas.
Aunado a la situación, mencionan que les envían cisternas de agua cada 25 días, pero no les dura nada, por lo que tienen que recolectar 10 mil bolívares de “poquito en poquito” para comprarle el agua a las cisternas.
Debido a esto los niños del sector están presentando escabiosis y enfermedades respiratorias, por los malos olores del vertedero.
Piden ser tomados en cuenta por la GMVV, ya que ellos apoyan el proceso revolucionario y quieren recibir el beneficio del Gobierno, para poder optar por una mejor calidad de vida. YG/ fp