Debido a las constantes quejas de los usuarios de Las Salinas por el déficit de transporte y la manifestación que se registró el martes a las 9:00 pm en el Terminal de Catia la Mar, ayer en la tarde habilitaron los rapiditos con una tarifa única de Bs. 2.000 por pasajero, desde el terminal hasta Puerto Carayaca.
El servicio será prestado de lunes a domingo desde las 6:00 am hasta la 9:00 pm, dependiendo de la demanda de pasajeros. Esta iniciativa nació por parte del Movimiento Único Bolivariano de Vargas para prestarle colaboración a los vecinos.
La propuesta surgió en medio de una Mesa de Trabajo entre la directiva de la línea Unión de Choferes del Municipio Vargas, consejos comunales, Xavier Moreno, presidente del terminal; el Instituto Municipal de Vialidad, Tránsito y Transporte Colectivo de Vargas (Imvitracv) y Polivargas.
Aparte de los rapiditos, acordaron establecer un rol de guardia con 5 buses, un viaje por hora, a partir de las 6:00 pm, además de solicitar el apoyo de Transusvar para garantizar la última salida a las 10:00 pm y evitar que queden pasajeros varados.
“Esta es una segunda opción para todos los habitantes del eje costero. También convenimos rellenar las bateas con 10 centímetros de concreto para que los autobuses no se vean afectados y, así, puedan sumarse al servicio. Con la presidenta de Provarca se canalizarán los cauchos para atender a 2 unidades accidentadas”, señaló Xavier Moreno.
Mayerlin Hernández, vocera del consejo comunal de Picure, señaló que “es una alternativa viable para que se acabe la tortura diaria de los pasajeros que van desde Picure hasta Las Salinas”.
Por otro lado, César Vargas, directivo de la línea, sostuvo que la organización es afectada por la escasez de cauchos. En la ruta de Las Salinas cuentan con seis buses, de los cuales dos están accidentados y cuatro trabajan a media máquina.
“Tenemos más de 2 años esperando que Imvitracv nos venda cauchos. El servicio presenta una deficiencia por el mal estado de la vialidad, pero sí se ha ido prestando la colaboración. Los choferes no quieren trabajar porque algunos carros pegan de las cunetas y las reparaciones son caras, además de que esta comunidad ha crecido, pasó de ser una zona turística a residencial”.LB/yg