El presidente de Guyana, David Granger, reclamó hoy a Venezuela una mayor cooperación con la ONU para resolver la disputa por la región del Esequibo y consideró que el gobierno de Nicolás Maduro no está actuando «de buena fe».
«Estamos ansiosos por hacer avanzar el proceso más rápido, hemos aceptado la intervención del secretario general de la ONU a través de sus enviados a Georgetown y creemos que Venezuela no ha estado haciendo lo mismo», dijo Granger en una conferencia de prensa.
«Nos gustaría que Venezuela actuase más rápidamente ante las iniciativas del secretario general», añadió el mandatario, tras reunirse con el titular de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en la sede de la organización.
En los últimos meses, el diplomático coreano ha liderado una mediación entre los dos países para intentar solucionar la disputa fronteriza que mantienen desde hace décadas.
Granger defendió que su país ha cooperado plenamente desde el inicio de ese proceso con la ONU, pero consideró que Venezuela «no ha estado actuando de buena fe» al moverse lentamente y no cooperar tanto como su país esperaba.
«El tiempo sigue pasando, estamos celebrando nuestro 50 aniversario y en 50 años no hemos podido lograr una conclusión para este asunto», señaló.
El presidente recordó que desde su nacimiento como Estado independiente, Guyana ha vivido «bajo la sombra de una reclamación territorial injustificada por parte de Venezuela sobre dos tercios del territorio» del país.
Granger subrayó que la cuestión está ahora totalmente en manos de Ban y que le corresponde a él determinar el camino a seguir, un camino que para Guyana debería ser «consensuado» y contar con la plena cooperación de Venezuela.
Esta semana se cumplieron 50 años del acuerdo de Ginebra firmado en 1966 entre Guyana y Venezuela que permite a la ONU mediar para solucionar el conflicto territorial.
La disputa se reactivó a finales del pasado mes de mayo después de que la compañía Exxon Mobil descubriera un yacimiento petrolero en las costas de Esequibo.
El gobierno venezolano emitió en la misma época un decreto presidencial que dictaba un orden administrativa de defensa del país, con una demarcación que incluía como propias todas las aguas del Atlántico frente a la costa de Esequibo.
El diferendo sobre esa zona, de 160.000 kilómetros cuadrados y muy rica en recursos naturales, se mantiene desde hace cerca de un siglo.
Granger y Maduro se reunieron el pasado septiembre con Ban en Nueva York, una cita que dio pie a una serie de encuentros entre enviados de la ONU y las partes para tratar de avanzar hacia una solución.