En el tercer día de restricciones por la pandemia, se aprecia un gran número de caminantes por los tramos principales de la avenida Soublette entre El Trébol y La Guaira.
El déficit de transporte que mantiene abarrotadas las paradas y el escaso efectivo obliga a adultos mayores, personas con alguna discapacidad y hasta enfermos a caminar para cumplir con sus gestiones del día, quienes luego deben regresar en la mismas circunstancias.
Arminda Esparragoza y María Nieves residen en el sector La Alcabala.“Tengo serios problemas en una pierna y soy una persona enferma que cumplo un tratamiento mensual que supera los 6 millones en medicamentos, pero es imposible mantenerse en una parada esperando carro”, dijo Nieves.
Por su parte, Esparragoza expresó que hay pocos autobuses y que están sin efectivo porque esta semana los bancos también están cerrados. “Caminamos todos los días porque hay que hacer las compras”.
Omar Echarri es invidente, vive en Montesano y estaba caminando desde Maiquetía. «No hay carro y tampoco efectivo. A veces los peluches no permiten que suba a los carros porque me ven con el bastón y eso les molesta. Muchas veces ni se paran”.
Luisa Sánchez, esposa de Echarri, manifestó que lo que más les afecta es la falta de efectivo para movilizarse en transporte público.
Rubén Rodríguez Mayora y María Espinoza caminaban por Pariata en dirección a Montesano, ambos con discapacidad. Comentaron que salieron a comprar algunas cosas, pero que por lo general están en sus casas «para no esperar transporte porque se demora mucho y también que no contamos con efectivo”, dijo Mayora./jd
Por Luis López