“Es el momento de que ustedes se pongan del lado del pueblo, también tienen familia. Los cobardes son los que se ocultan, los que les dan órdenes a ustedes”, encaró una vez más a las fuerzas policiales y militares Juan Guaidó, en rechazo a que estos torpedearon la manifestación pacífica este martes.
La respuesta no tardó en llegar: una lluvia de gases lacrimógenos cayó contra quienes sólo pretendían acompañar a los diputados para que sesionaran en donde les toca: en el Palacio Federal Legislativo.
“No le vamos a dar el gusto a la dictadura de generar violencia, de querer emboscarnos. Lo que queda claro hoy es que aquí no hay miedo, aquí hay fuerza, hay valentía, estamos juntos”, tronó Guaidó frente a los manifestantes.
Aunque fue la protesta más grande en meses, más de 12.000 personas, no fue suficiente para que la marcha atravesara el fuerte cordón de la Policía Nacional, así que los diputados realizaron la sesión en la plaza Alfredo Sadel, en las Mercedes. Allí se aprobó el Pliego Nacional de Conflicto, que apuesta por una elección presidencial libre y justa, que debe pasar por la selección de un nuevo CNE y debe contar con observación internacional independiente.
“No participaremos en ningún proceso electoral que no cuente con las condiciones necesarias para que sea libre, concluyó Guaidó.
Informó que mañana jueves habrá una nueva movilización que incluirá a diversos gremios del país, para seguir ejerciendo presión al Gobierno.
“La estrategia la vamos a revelar en el momento que sea necesario. El jueves también habrá una manifestación de uno de los sectores, hoy todos somos uno”.
Ya desde el lunes, el presidente Nicolás Maduro había dejado muy claro que militares y policías aplicarían el guión de la represión, como casi siempre durante 21 años de revolución, pero en esta ocasión con una novedad: hubo despliegue de tanques dentro y fuera de la capital con la excusa de unos ejercicios militares.