El Gran Premio de Baréin, el antepenúltimo del Mundial de Fórmula Uno, que se disputó este domingo en el circuito de Sakhir, quedó detenido momentáneamente con bandera roja, nada más al darse la salida, a causa de un choque del francés Romain Grosjean (Haas).
El auto del francés salió despedido contras las barreras de protección después de tocarse con el Alpha Tauri, de Danill Kvyat e impactar contra las vallas del circuito. El monoplaza se partió en dos por el impacto y de inmediato ardió en llamas. Segundos después se apreció por las cámaras al piloto francés sano y salvo con un equipo de auxilio.
El jefe del equipo Haas, Gunter Steiner, declaró: «Tiene algunas quemaduras de segundo grado y dos dedos de un pie fracturados, pero pudo ser peor. Está consciente. Cuando ves las imágenes solo piensas en cuándo sale del coche. Quiero dar las gracias a los comisarios y los médicos por la rapidez y eficacia con la que han hecho su trabajo».