Mientras la GNB arremete con hombres y mujeres que se apostan en espacios del aeropuerto para vender café y tortas, por los pasillos de ambos terminales circulan libremente vendedores no oficiales de boletos.
“Las aerolíneas no disponen de boletos, pero hay quienes te los consiguen en minutos con sobreprecio. Los funcionarios permiten ese negocio cobrando vacuna por dejarlos trabajar, incluso hay ocasiones en las que se involucran directamente”, comentó un empleado de una aerolínea.
Manifestó que hay pasajeros que no acuden a solicitar información a las taquillas, ya que “son abordados por estos inescrupulosos. Hay trabajadores de aerolíneas que también se vuelven cómplices en la actividad”.
Al referirse a la venta de divisas en el terminal internacional, dijo que se dividen en grupos de 30 integrantes. “Hay quienes tienen su bolsito con la moneda nacional para hacer sus transacciones, además de que un alto funcionario les cobra semanalmente para dejarlos circular sin ser molestados en los pasillos. Para ellos no hay cámaras ni sanción”./yg