Georgia ha reforzado los controles en sus fronteras para impedir el tránsito de posibles combatientesyihadistas a Siria, tras los atentados en París y contra el avión ruso en Egipto, informaron este miércoles las autoridades de este país.
“Tras los atentados de París, hemos decidido reforzar las medidas de control en la frontera. Ya son varias decenas de personas a las que hemos impedido entrar en Georgia“, dijo a los periodistas el jefe del Servicio Estatal de Seguridad (antiguo KGB), Vajtang Gomelauri.
Los guardafronteras georgianos prestarán especial atención “a los ciudadanos procedentes de los países de Asia y África”, con el fin de “impedir que Georgia se use como país de tránsito a Siria para determinadas personas que quieran participar en acciones de guerra”, precisó Gomelauri.
Tiflis también ha reforzado las medidas de seguridad en las instalaciones estratégicas del país que pudieran estar entre los objetivos de los terroristas.
Al menos un centenar de georgianos, incluidas mujeres, combaten en las filas del autodenominado Estado Islámico (EI), según datos de las autoridades de este país caucasiano.
La mayoría proceden del conflictivo desfiladero de Pankisi, frontera natural entre Georgia y la república rusa de Chechenia, donde vive la importante minoría chechena establecida en Georgia.
En esa zona fue detenido este verano el primo hermano de Tarján Batirashvili, uno de los lideres del EI más buscados por EEUU, de origen georgiano y conocido como Abu Omar al-Shishani (el chechén).
Oriundo de Pankisi, Batirashvili formó parte de las fuerzas especiales del Ejército georgiano y luchó incluso en la breve guerra ruso-georgiana por el control de la secesionista Osetia del Sur, en agosto de 2008.
En 2010, tras darse de baja de las Fuerzas Armadas georgianas, se trasladó a Siria, donde formó una de las unidades más combativas y eficientes del EI.
Georgia comparte una extensa frontera con Turquía, que a su vez tiene frontera con Siria y es un conocido país de tránsito para los europeos que quieren sumarse al EI.