Con las ganancias que el actor obtuvo con los anuncios de Nespresso, pagó millones de dólares para mantener en órbita su propio satélite privado sobre Sudán para realizar seguimiento de los crímenes de guerra cometidos por el Gobierno.
Con las ganancias que el actor obtuvo con los anuncios de Nespresso, pagó millones de dólares para mantener en órbita su propio satélite privado sobre Sudán para realizar seguimiento de los crímenes de guerra cometidos por el Gobierno.