Operatividad del transporte de carga pesada ha bajado 90%
Lorena Correa, Loreclaverdad@gmail.com.- Desde hace tres años, los gandoleros que hacen vida en el Puerto de La Guaira se las están viendo negras tras la caída de la operatividad en un 90%.
Los conductores, quienes prefirieron reservar su identidad, explican que de dos viajes que hacían por día, ahora realizan uno a la semana. “Estamos contra la pared, no hay trabajo. El puerto parece un desierto, sin contar el sinfín de problemas que nos aquejan”.
Indican que la inseguridad los mantiene acorralados, dejándolos sin cauchos y despojándolos de sus pertenencias personales. “Vamos en la vía encomendados a Dios, porque los amigos de lo ajeno hacen de las suyas y no hay ningún tipo de control. Estamos cansados de denunciar, pero no hacen nada”.
Los repuestos están escasos y caros
Informan que el año pasado un caucho se conseguía en Bs. 300 mil, actualmente oscilan entre 700 mil y 800 mil bolívares. Y la mayoría de los camiones tienen 18 ruedas.
“Todo está carísimo y escaso, los alternadores y el arranque están por las nubes. Algunos comercios los venden cuatro veces por encima del precio establecido”.
“El panorama es negro para nosotros. En años anteriores, para esta época, la operatividad era del 100%, actualmente no llegamos ni al 20%. Las posibilidades que tenemos para subsistir cada vez son menores”.
Señala que un flete está en Bs. 60 mil y que no les alcanza para nada; sin contar que los entes de seguridad los “matraquean” en las autopista por cualquier falla que presente el vehículo.
“Ellos están al tanto de la crisis; y aún así, nos multan por llevar un caucho liso, por un vidrio o una luz. Para hacerle mantenimiento al camión, debemos invertir Bs. 500 mil. Anteriormente, se le hacía mensual, ahora solo dos veces al año”.
Juan Gamboa explica que su gandola tiene un año paralizada por falta de motor, y los repuestos se valoran en millones. Mientras tanto, se mantiene manejando otros camiones para subsistir.
“Ha sido un año fuerte, porque todo aumenta a diario, y se me hace más difícil comprar las piezas. Estoy resolviendo, adquiriendo algunas piezas usadas que no bajan de Bs. 200 mil. No puedo dejar de trabajar porque soy el sustento de mi familia. No podemos deprimirnos”.LC/va