Cada día se sienten más acorralados los conductores de carga pesada porque solo realizan un viaje por semana, cuando antes eran cinco.
Héctor Ochoa señaló que cada día hay menos empleo y están pasando trabajo para subsistir. “En un viaje para Caracas me gano Bs.15.000 Desde hace tres años la crisis nos tiene azotados; trato de rendir el dinero comprando verduras y vegetales que me permita comer por varios días”.
Manifestó que tiene un bebé de seis meses y cada vez se le hace más cuesta arriba llevar el sustento a su familia. “Hacemos milagros para sobrevivir. No consigo pañales, por lo que debemos recurrir a los de tela”.
Destacó que los robos están tomando fuerzas cada día más. “Cuando llevan mercancía como computadoras, televisores y otros artículos, deben ir escoltados porque de lo contrario no salen del Puerto”.
Señaló que el dueño de la gandola que maneja consigue los repuestos carísimos y deben recurrir a créditos. “Un caucho está en Bs.400 mil y la gandola lleva 18. Cuando se deterioran varios, es una verdadera odisea reponerlos”.
Las vías están hecha leña
Ochoa aseguró que el pésimo estado de las vías, especialmente en el oriente del país, dan pie para ser víctimas del hampa, porque al caer en un hueco explota un caucho y se quedan varados. “Entre la falta de alumbrado y de mantenimiento de las vías, manejamos con el Jesús en la boca”. LC/jd