Un funcionario herido deja motín en retén del Cicpc en Caraballeda
*Reos exigen traslados
Amy Torres
Un colchón fue quemado dentro de una de las celdas en los calabozos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Vargas, en Caraballeda, como medida de presión por parte de los reos, que solicitan ser trasladados a las cárceles del país.
La acción se produjo a la 1:00 pm, cuando la mayoría de los familiares acude al recinto para llevarle las comidas. Los gritos de los detenidos y la columna de humo que emanaba del lugar alertaron a los familiares que caminaban de un lado a otro desesperados por saber qué ocurría.
Uno de los pesquisas que se encontraba de guardia, de nombre Cristian, fue alcanzado por las llamas en el lado derecho del rostro, cuando intentó infructuosamente apagar las llamas, según contaron los parientes de los detenidos.
Fue gracias al apoyo de los Bomberos de Vargas que se pudo controlar el fuego. También se sumaron efectivos de Orden Público de Polivargas.
Al lugar se presentó la comisario Gladys Nadales, jefe de la Delegación Vargas de la policía científica, junto al resto de la directiva. Luego de escuchar las demandas de los reos y conversar sobre las diligencias que se han cumplido para conseguir los cupos, la situación volvió a la calma.
De hecho a su salida del centro de retención la jefe policial autorizó el ingreso de una comisión de cinco familiares, con miras a que constataran que todo se encontraba bajo control y que ningún recluso resultó afectado. El fiscal de Derechos Fundamentales, Lenín De Guidice, también se presentó en el retén.
Familiares claman celeridad procesal y que se acabe la corrupción
Belkis Izaguirre, madre de un recluso, denunció: “En las celdas hay gusanos. Nunca hemos podido verlos, porque solo hay visitas los miércoles de cinco minutos. Mi hijo tiene tres días aquí con el mismo pantalón. Además, el pollo debo desmenuzarlo porque si le dejo el muslo los petejotas se lo comen”.
Aseguró que los efectivos les pegaron a los privados de libertad. “Entonces empezaron a gritar: ‘¡Nos vamos a morir!’, y nos pidieron que llamáramos al fiscal de derechos fundamentales”.
Mientras que Laura Jiménez contó entre lágrimas que “los funcionarios son los primeros corruptos. Se comen lo que le llevamos y si denunciamos les caen a palos a nuestros presos. Si les quitaron la libertad, ya están pagando”.
Asimismo, pidieron celeridad en las audiencias pues sostienen que el Tribunal Primero de Control tiene meses sin trabajar.