Margarita Simonyan, la poderosa directora del conglomerado de medios del Kremlin, amenazó a los jueces de la final individual de gimnasia rítmica olímpica después de que Linoy Ashram, de Israel, se adjudicara este sábado una victoria sobre la tres veces campeona mundial Dina Averina.
Fue la primera vez que una rusa no logró ganar el evento desde los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996, lo que fue una de las grandes sorpresas de Tokio 2020.
«Recuerden estos nombres”, escribió Simnoyan en Twitter, junto a un listado de los miembros del jurado.
El Comité Olímpico Ruso también hizo público el nombre de los cuatro jueces en redes sociales (Orane Suiter, el argentino Ariel Milanesio, Natalia Ieromina y Eva Serrano, de España), lo que provocó una avalancha de insultos hacia los miembros del jurado, que se han visto obligados a cerrar sus cuentas ante el acoso y las amenazas recibidas después del concurso.
“Después de la masacre de nuestras gimnastas por jueces de diferentes países, realmente lamento no trabajar para el GRU”, agregó Simonyan en otro mensaje. El GRU es el servicio secreto militar ruso, acusado, entre otras cosas, de envenenar opositores como Alexei Navalny y aplastar la disidencia en el país.
En otro mensaje, la poderosa jefa de redacción del RT (Russia Today), le preguntó directamente a los lectores: “¿Queda alguien de los nuestros en Tokio para escupir a estas criaturas?”.
También apuntó contra la ganadora de la medalla de oro. “La mujer israelí tiene una oportunidad de seguir siendo humana: devolver la medalla”.
Hizo un llamamiento a los campeones rusos “para aplastarlos, bastardos”, volvió a cargar contra los “jueces viles, funcionarios que se han vuelto locos”, así como contra las atletas que “se llevan premios inmerecidos con la nariz en alto”.
Por otro lado, el titular del Comité Olímpico de Rusia elevó una queja formal por las puntuaciones otorgadas por los cuatro miembros del jurado de dificultad. El organismo ruso calificó la prueba como una “injusticia”, mientras que la propia Averina aseguró que se sentía ganadora de la prueba.
“Dina no perdió, ganó. Pero desafortunadamente, el juicio fue atrozmente injusto”, dijo Irina Viner, presidenta de la Federación Rusa de Gimnasia Rítmica. “Basta, se cansaron de Rusia. Y los jueces decidieron apoyar a esta mujer israelí”.