Fuera satanás
Alejarse de posiciones extremas en la política, así como en otras actividades, es lo recomendable siempre. No solo porque en todo hay matices que no son fácilmente perceptibles para todos, pero si necesarios para digerir el hecho de que pensar o actuar en sentido binario es incorrecto.
Pensar y actuar en política según la fórmula tramposa de que: ¨si no estás conmigo, estás con el enemigo¨, es un maniqueísmo inaceptable; especialmente si eso –por inadvertido- termina por ayudar al adversario que se alimenta precisamente de esas conductas desde su control férreo, y de facto del entramado institucional.
En situaciones difíciles, que a veces parecen irreconciliables, puede haber otras posturas intermedias que ayuden a destrabar el camino para encontrar salidas útiles; positivas, aunque no sean perfectas al inicio, pero si un punto de inflexión hacia la búsqueda de soluciones más duraderas y permanentes.
Es el caso del gobierno de facto intentando –otra vez- sorprender al contrario con el adelanto ventajista, y abusivo de las elecciones de la Asamblea Nacional, así como de los Gobernadores, y sus respectivos cuerpos legislativos regionales, a sabiendas de que el país todo, y el mundo civilizado, están esperando todavía la publicación del resultado de las elecciones presidenciales del 28J, sin que hasta el presente haya habido nada coherente en ese sentido. El gobierno (ahora de facto), y el CNE (brazo electoral del gobierno), no han cumplido con su deber, y hasta acudieron al TSJ (brazo judicial del gobierno), para cohonestar la comisión de la estafa electoral, pero todo ello es posible porque tienen el control absoluto de la Asamblea Nacional, desde la cual, se eligen o designan instituciones como las mencionadas.
Es entonces un contrasentido seguir llamando a la abstención, que se convierte en una suerte de guillotina para uso exclusivo de la oposición, porque regalar todo el poder institucional al gobierno, termina por perpetuar el abuso de poder y el atropello contra la Constitución, y las leyes de la República.
Frente a estas posiciones abstencionistas el gobierno goza a plenitud, porque es su mejor escenario, y terminan por controlar todo sin votos. Ello les permite continuar su labor exterminadora para empobrecer cada vez más a todo el país, excepto a la corrupción y el lavado de activos que ellos y sus socios malhechores llevan adelante a lo largo de estos últimos 26 años.
En vez de llamar a la abstención debe hacerse un esfuerzo conjunto de organización, y conformación de los mejores equipos para el trabajo político social, y contribuir a resolver con efectividad este llamado ventajista del gobierno para adelantar estas elecciones ya anunciadas; forzar la designación de un nuevo CNE; reactivar la página web del organismo con especialistas competentes, y no con mercenarios al servicio del gobierno, y muy especialmente tomar la decisión de participar junto al liderazgo para conformar un equipo poderoso de excelentes candidatos a todos los cargos en juego.
Tenemos el deber de participar, y contrastar con el gobierno en nuestra forma de hacer las cosas. Debemos primero convencer a todos los factores de oposición para conformar un equipo ganador, y competir con los desabridos y repetidos candidatos del gobierno que no han hecho otra cosa que arruinarnos como país.
Se hace necesaria una nueva épica encabezada por el liderazgo opositor, tal como ocurrió en las elecciones del 28J, y volver a derrotarlos por paliza, y seguir desenmascarando a los corruptos, pero sobre todo impidiéndoles volver a poner en las instituciones más importantes a fichas partidistas sin probidad, pero con lealtad perruna al jefe político que les dio el cargo.
Se impone un esfuerzo organizativo democrático y amplio en la conformación de los equipos, y candidatos con respeto por los liderazgos regionales sin mezquindad, y convocando también nuevas figuras de reconocido prestigio y solvencia moral. Del mismo modo, hay que incluir especialmente en las listas de candidatos a la Asamblea Nacional, a figuras cuyos derechos han sido violados sistemáticamente convirtiéndolos en presos de conciencia sin respeto al debido proceso; al derecho a asistencia jurídica privada, y como se sabe, han sido secuestrado mediante acciones terroristas de estado.
Hay que promover candidatos a la Asamblea Nacional, como Enrique Márquez; Perkins Rocha; Rocío San Miguel; Américo de Grazia; los refugiados en la Embajada, entre otros a quienes se les ha destruido la vida con prisiones absurdas; abusivas, y violadoras de los más elementales DDHH.
No debemos caer en la trampa del gobierno; hay que salirle al paso con lo que menos desean: la participación de la oposición encabezada por el liderazgo genuino. No les demos ese regalo de abandonar espacios institucionales emblemáticos.
Es hora de corregir para enderezar el camino y volver a vencer para asestarles el más duro golpe, como es disminuirlos significativamente en escenarios como la Asamblea Nacional, y las Gobernaciones de Estado. Somos mayoría y eso debe expresarse en las elecciones.
No olvidemos que ya tienen un plan para reformar la Constitución y convertirnos en otra ruina miserable como Cuba. Vade retro Satanás!
¿Si estamos conscientes de que ellos son los culpables de la destrucción del país; de la diáspora; de los presos; de la corrupción, y de la ruina de cada venezolano, les vamos a regalar todo? De ninguna manera. Exigimos participar y barrerlos democráticamente. Vamos a darle.

@romanibarra
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