La secuela animada de Disney ha vuelto con una esencia política innegable para hablarnos de las narrativas nacionalistas y de por qué nunca es tarde para poner en orden los episodios más oscuros de nuestra historia.
La secuela animada de Disney ha vuelto con una esencia política innegable para hablarnos de las narrativas nacionalistas y de por qué nunca es tarde para poner en orden los episodios más oscuros de nuestra historia.