La humanitaria y querida supervisora de enfermeras en el turno de la noche del hospital Rafael Medina Jiménez de Pariata, magíster Francys Longa, a 24 años de haberse estrenado en la profesión, hoy se declara enamorada de lo que hace.
“Yo lo he reflexionado y lo digo con satisfacción; si volviera a nacer, sería nuevamente enfermera. Me encanta lo que hago, de verdad que me declaro cautivada por mi profesión”.
Esta profesional de la salud asegura que el personal de enfermería “posee una base, ética social, mística, dedicación y responsabilidad de trabajo, bajo la voluntad siempre de ayudar al prójimo”.
La guaireña afirma que para ser enfermera hay que tener gran vocación de servicio. “Nosotras somos las que aplicamos o ponemos en práctica lo que el médico receta. Somos las que tenemos mayor contacto con los pacientes, y por ende, debemos tener mucho esmero y responsabilidad con lo que hacemos”.
Longa destaca que las enfermeras del estado “son sumamente valiosas, somos la columna vertebral de los hospitales”.
En este Día Internacional de la Enfermera, felicita a todas sus colegas y las invita a ser cada día mejores profesionales. /DLR/ep