Forrado en dólares hay que estar para echarse un playazo
Rodolfo Ruiz/Beatriz Rodríguez/Luis López
Las playas del este y del oeste del estado se mantuvieron abarrotadas este fin de semana. Bañistas no dejaron que los altos precios de los toldos, alimentos y puestos de estacionamiento se convirtieran en un obstáculo.
Kelly Berabreu llegó de Caracas a pasar un día diferente en Catia la Mar. «Después de tantos meses, es una gloria poder disfrutar de la arena y la playa. Lo que hay es que tomar conciencia, hacer caso para que la enfermedad no se siga propagando».
Otra caraqueña, Maria Spinetti, que estaba en playa Sheraton de Caraballeda expresó: «Era hora de que el Gobierno permitiera bajar a las playas, lo malo es que tanto los comerciantes como los encargados se aprovecharon de esta flexibilización para recuperar todo el dinero que dejaron de percibir estos 7 meses”.
Por otro lado, Raúl Bermúdez, en Playa El Yate, reiteró que el costo de los toldos en $5 era un abuso. «No entiendo como las autoridades permitieron este cobro en dólares. Estas pasaron a ser playas privadas, pues están exigiendo cancelar toldo, puesto de estacionamiento y aparte consumir”.
Rechazan pago de estacionamiento
Cesar Espinosa estaba en Playa Los Cocos y se encontró con que al momento de estacionar su vehículo le pidieron $1. «Hasta donde tengo entendido son públicas estas playas. Aparte te obligan a pagar toldo y gastar en comida. Esto parece una mafia”.
Señaló que debido a los altos precios se vio en la obligación de hablar con sus hijos y marcharse a su hogar.
Comercios bajaron las ventas en Macuto
Locales de ventas de comida no cubrieron sus expectativas, pues la mayoría de los bañistas trajeron preparados sus alimentos.
Francisco Perozo, dueño de establecimiento de comida en Macuto, detalló que los precios de los platos playeros bajaron. «Las empanadas $1, ración de tostones grandes $5, mediano 3 y los pescados fritos como medregal, cojinua, pargo y roncador oscilan entre 10 y 15”.
Sammy Suárez, dueña de comercio de traje de baños, indicó que a pesar de haberse mantenido full las playas no vendieron ni una pieza. «Decidimos mantener los precios viejos en todas las mercancías, pues los traje de baños de niña tienen un precio de $3 y los de damas en 5
Acotó que el horario de trabajo en esta nueva flexibilidad fue de 7 de la mañana hasta las 6 de la tarde.
Sin embargo, Jeidys Maestre dijo: «Me quedé sorprendida como los rompe colchón se vendieron por completo. Ofrecí los pequeños por tan solo $1, mediano 3 y grande 8”.
La seguridad fue máxima
Nelson González, coordinador del grupo de rescate Los Delfines, señaló que la seguridad ha sido máxima y los visitantes han mostrado mucho civismo.
«De costa a costa, todas están repletas y Catia la Mar es un claro ejemplo».
Por su parte Simón Morfe, coordinador de Bahía Marina, indicó que para los comerciantes ha sido muy importante que hayan abierto porque estaban al borde de la quiebra.
«Esta semana no ha sido muy buena para los vendedores. Esperamos que en las próximas podamos compensar. Tenemos mucha fe en Dios».
Déficit de autobuses disparó tarifas playeras a $1
Después de las 3:00 pm de ayer domingo, el retorno a Caracas se hizo incómodo una vez más para cientos de playeros que comenzaban a congestionar las paradas en los balnearios de Caribe, Camurí Chico, Playa Verde, entre otros.
Aunque más de 90% del parque automotor de la ruta Caracas-La Guaira salió a prestar servicio, no fue suficiente y muchos cobraron hasta de un dólar para la bajada y subida.
200 vehículos de las líneas privadas estuvieron de servicio, al igual que una treintena de Sitssa, pero la alta demanda los sobrepasó.
“No solo es con el retorno, porque vengo de Gato Negro y la cola de pasajeros para bajar a La Guaira está lenta y no llegan carros. La tarifa son Bs. 300 mil y un dólar. Muchos de esos carros no tienen identificación de línea y los Sitssa están cobrando 100 mil, cuando su tarifa es 80 mil”, expresó Cheila Ramos.
William Cortesía dijo que tenía muchos meses sin bajar a las playas. «Nos vinimos de Caracas a las 6:00 am para Playa Verde y no todos los choferes estaban cobrando 200 mil. Te ofrecían el servicio para salir más rápido de la parada hasta de un dólar. Para retornar me estaban cobrando 300 mil” .
Especuladores son sancionados
Miguel Peraza, presidente de la línea Malavé Villalba, expresó que los choferes que cobraron sobreprecio no pertenecen a ninguna línea autorizada de la ruta Caracas-La Guaira. «Son retenidos y los obligan a devolver el excedente, además de una multa”.
Explicó que las colas es por la alta demanda, pues “los choferes subían hasta Gato Negro y bajaban vacíos para poder sacar a los playeros de las paradas. Ellos han hecho su mejor esfuerzo porque así se coordinó para prestarles un buen servicio a los bañistas.
Se conoció que en la autopista Caracas-La Guaira no hubo puntos de control y en las paradas la presencia policial era escasa para supervisar los excesos en el cobro de tarifas./jd