El fiscal general de Brasil pidió el domingo pasado la remoción del juez a cargo de la investigación sobre las cuentas del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, en el que sería un intento de último minuto para evitar un fallo que podría llevar a la mandataria a un juicio político.
El fiscal general de Brasil, Luis Inacio Adams, dijo que el juez Augusto Nardes del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) se había apartado de las reglas de la magistratura al adelantar su posición sobre el caso de los pagos atrasados del Gobierno a bancos públicos antes de la votación prevista para el miércoles.
Adams dijo que presentaría el este lunes ante el TCU la petición para la suspensión de Nardes. Sin embargo, podría resultar difícil que se tome una decisión sobre el magistrado antes de la votación del miércoles.
“Los magistrados tienen prohibido manifestar por cualquier medio de comunicación su opinión sobre un proceso pendiente de fallo”, explicó Adams, durante una rueda de prensa.
El retraso en los pagos a los bancos estatales ayudó al Gobierno de Rousseff a seguir financiando programas sociales y se usó también para mejorar las cuentas fiscales de la nación en su primer período en la presidencia.
Nardes recomendó a los otros siete jueces del TCU que rechacen las cuentas de Rousseff, dijeron a Reuters el viernes dos funcionarios judiciales consultados sobre el tema, y su opinión fue difundida por varios medios locales.
Aunque no es legalmente vinculante, un fallo del TCU de rechazar las cuentas le daría peso a los argumentos de la oposición brasileña para pedir que se realice un juicio político a Rousseff.