El huracán Fiona provocó en Puerto Rico inundaciones, deslaves, lo dejó sin agua potable y tuvo hasta un apagón, luego de tocar tierra la tarde de este domingo cerca del suroeste de Punta Tocón. Para este lunes aún hay lluvias torrenciales en toda la isla.
La tormenta, de categoría 1, se encontraba a unos 15 km al oeste de Mayaguez, en la costa occidental de la región, y avanzó con vientos de hasta 140 km/h hacia República Dominicana, impactándola la madrugada de este lunes, según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
Las inundaciones alcanzaron niveles históricos, por lo que cientos de personas están siendo evacuadas o rescatadas, dijo Ernesto Morales, meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología en San Juan.
En Utuado, una localidad del centro de la isla, la crecida de un río se llevó un puente por delante. En algunas calles arrancó el asfalto por completo.
El río Grande de Loiza y el río Cagüitas, en el norte y centro de la isla, se desbordaron en algunas áreas. Al sureste de la isla, otros ríos también se salieron de su cauce, inundando carreteras y zonas urbanas, y en la montaña y la zona suroeste varias familias perdieron el techo de sus casas por las ráfagas de vientos, teniendo que cobijarse en refugios habilitados por el gobierno.
“Los daños que estamos viendo son catastróficos en varias áreas”, expresó Pedro Pierluisi, gobernador en la conferencia de este lunes. Anunció que el martes tampoco habrá clases y que en las agencias públicas «solo se deberá reportar personal esencial y de respuesta inmediata».
También comunicó que las empresas están trabajando para devolver la energía eléctrica a la mayor cantidad de clientes posibles.
En alerta República Dominicana
En su último boletín, la Oficina Nacional de Meteorologia (Onamet) explicó que, conforme a imágenes de satélite y radar, Fiona entró a la 04.00 am hora local a República Dominicana.
Se ubicaba a unos 20 kilómetros al suroeste de Punta Cana, donde se registran lluvias de moderadas a fuertes y vientos máximos sostenidos de 79 kilómetros/hora, con una ráfaga de unos 124.
Todo el país se encuentra en alerta (13 provincias en nivel rojo, el máximo, incluido el Gran Santo Domingo y 18 en amarillo). El Ejecutivo dominicano, Luis Abinader, declaró este lunes día no laborable para intentar minimizar los riesgos y suspendió las clases.