Pese a la existencia del radicalismo, la coyuntura política y presión debido a las parlamentarias el próximo 6 de diciembre, el presidente de Fedecámaras, Francisco Martínez, destacó que la mejor manera de solventar la crisis económica es con el diálogo.
Sin embargo, Martínez desestimó el que se da desde los micrófonos al tiempo que instó al Gobierno, sector público y privado a establecer consensos mínimos basados en la confianza. En la medida en que se logren acuerdos mínimos, se generará un clima de confianza que permitirá resolver los problemas económicos actuales, expresó.
“Lograr acuerdos no se pueden dar cuando eres amigo o enemigo. Hay que partir del reconomiento y lograr acuerdos mínimos”.
Asimismo expresó que desde la dirección que preside estaría dispuesto a acompañar medidas por parte del Gobierno aunque sin imposiciones.
Por otra parte, definió que para contrarrestar la especulación es necesario incentivar la producción nacional y respetar la propiedad privada, así lo destacó el presidente de Fedecámaras en José Vicente Hoy.
“Nadie especula en abundancia”.
El titular de Fedecámaras destacó que para la nueva dirección es menester definir con el Gobierno el modelo económico que enrumbe al progreso y bienestar. Desde Fedecámaras, según destacó se ideó un plan con 5 puntos fundamentales el cual subrayó el sistema de construcción de precios así como la revisión del régimen cambiario.
“Más que tener un Gobierno controlador que inhibe la producción venezolanoa, (necesitamos) un Estado promotor y vigilante de que esas inversiones como nacionales o extranjeras que permitan que estén seguras y se siembren de una vez por todas”.
Trampa ideológica
Martínez instó al presidente de la Republica, Nicolás Maduro, a reunirse con los “mejores venezolanos técnicamente especializados” desvinculados de intereses particulares o partidistas. A su juicio, la ideología se ha convertido en un obstáculo que imposibilita la resolución concreta de la coyuntura económica.
Aunque opinó que la ideología es necesaria, desestimó que esta sesgue la visión de la realidad.
“No estamos de acuerdo en que esa visión no permita ver la realidad del país y se niegan a la posibilidad de consensuar con otra parte que no piensa igual”.