Doriana León, dorianaleon@gmail.com.- Como preocupante y crítica califican los regentes de las principales farmacias del estado, la escasez sostenida de medicinas que afecta al país desde hace al menos tres años. “Es grave que llegue un paciente buscando un medicamento y no tengamos cómo responderle. Aquí siempre procuramos conseguir al menos un genérico, pero hay casos en los que no podemos hacer nada”, dijo Yudith Marcano, regente de una farmacia en Maiquetía.
En Fundafarmacia, establecimiento donde reciben el mayor despacho de fármacos, por pertenecer a la red Farmapatria, mantienen el 70% de sus anaqueles y estantes vacíos. “Estamos enfrentando una situación caótica. La escasez es general, no hay casi nada. Hemos llegado al punto de que los proveedores sólo despachan una unidad de medicamento, porque es lo que tienen en stock”, revelaron trabajadores del establecimiento.
Aseguran que los constantes aumentos de salario mantienen asfixiadas a las pequeñas botiquerías, porque venden poco y no cuentan con dinero suficiente para cubrir con los gastos operativos de los establecimientos. “Hemos tenido que reducir nóminas en hasta 50% del personal para continuar abiertos. Nos mantenemos con los pocos misceláneos que nos llegan, pero ya el negocio no es rentable y no sabemos hasta que punto podamos mantener las santamarías abiertas. Si se mantiene la escasez, en menos de seis meses tendremos que cerrar nuestras puertas”, dicen en la mayoría de las farmacias de Catia La Mar.
Herlinda correa, regente de Farmahogar, declaró recientemente al Diario La Verdad, que las farmacias de turno las 24 horas desaparecieron del estado, producto de la escasez. “Nosotros trabajábamos las 24 horas del día. Ahora, abrimos a las 7:00 de la mañana y quedamos abiertos hasta las 8:00 de la noche. Teníamos una nómina de seis empleados y ahora quedamos cuatro nada más. La poca venta de medicinas ha golpeado duramente las finanzas de las farmacias o botiquerías”.
Botiquerías quedan rezagadas frente a las franquicias
La prioridad en el abastecimiento, por parte de las droguerías, es para las cadenas farmacéuticas como Locatel y Farmatodo. “Las pequeñas farmacias trabajamos con las uñas. En los últimos meses hemos mantenido las puertas abiertas, trabajando a pérdidas, pero seguiremos luchando hasta el último momento para evitar bajar nuestras santamarías”, señalan.
Actualmente, los fármacos de uso pediátrico están agotados en más de 60%. “No hay antipiréticos, antibióticos ni antialérgicos para niños”. Los antihipertensivos rozan la escasez del 95% y los tratamientos para la diabetes, el hipotiroidismo y trastornos psiquiátricos están fuera de los anaqueles desde el año pasado.
Varguenses desesperados por la escasez
Francys Páez: “Yo vengo de Guárico porque la situación en el interior del país es peor. Tuve que dejar a mi hijo de siete años enfermo con amibiasis, para venirme a ver si consigo su medicina aquí. Es increíble que ni los desparasitantes se consigan ya” (Fotos: Atamaika Izaguirre)
Bestalia Villarroel: “Yo sufro de hipertensión, arritmia ventricular y además tengo un marcapasos desde hace diez años. A todo riesgo, salgo a diario a la caza de mis medicinas, porque sin ellas corro el riesgo de presentar un colapso coronario que me ponga al borde de la muerte”
Raidimar Martínez: “Llevo días con mi bebé enfermo de la piel y no le consigo a Nistatina con pasta al agua que le mandaron. Lo llevé al ambulatorio y no tenían nada para tratar la dermatitis fúngica que presenta. En las farmacias, tampoco lo consigo”.
Milagros Martínez: “Yo soy hipertensa y he cambiado de tratamiento este año cuatro veces. Ya no consigo ninguna de las opciones farmacológicas para controlar mi patología. Con el calor que está haciendo y el estrés que genera la escasez, uno corre el riesgo de presentar complicaciones con la presión arterial”