Luis López.- Seis años tiene Yuleima Morales en su humilde vivienda en el sector Las Piedras de Montesano, parroquia Carlos Soublette. La construyó junto con su pareja para darle techo a sus 4 hijos.
Un plástico minimiza la entrada del agua de lluvia, por las paredes de madera y las láminas de zinc, muchas con huecos, solo ayudan para guarecerse del inclemente sol.
“Estaba arrimada en la casa de mi madre y gracias a una amiga conseguimos este terreno que lo hemos ocupado porque no tenemos otro lugar a donde ir”, comenta Morales.
“Aquí viene gente de varios organismos públicos a tomar fotos y a ofrecer ayuda, pero hasta la fecha lo que hacemos es sobrevivir con la venta de refrescos, porque mi esposo está desempleado”, señala.
“Es otro diciembre con nada que celebrar, porque solo tengo a mis hijos y esperar que nos brinden la oportunidad de tener una casa digna”, Morales manifiesta que la estructura de la vivienda es pequeña y en una sola habitación convive con sus hijos.
“La estructura presenta deterioro porque las paredes se han agrietado. Son más de 60 casas que están amenazadas por las filtraciones que provienen de los almacenes”, señala por su parte, Benigna Guerrero, dijo que compró la casa ubicada cerca de la quebrada por la necesidad.
Quebrada Curucutí es otra amenaza
Informaron los vecinos que en enero de este año solo realizaron una pequeña limpieza a la quebrada Curucutí. La maleza y las toneladas de basura cubren todo el cauce, lo que representa una amenaza para los residentes.
“Esa quebrada no tiene agua, pero cuando se llene el cauce más de uno tiene que salir de este lugar”, comentó Guerrero.
Agregó que la falta de alumbrado es otra de las carencias que no ha tenido repuesta de Corpoelec./LL/mag